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En 1960, cinco corresponsales que por entonces actuaban en Venezuela, de las agencias AP y UPI (estadounidenses), AFP (francesa), TASS (soviética) y Reuter (británica), crearon la Asociación de Corresponsales de Agencias Internacionales de Prensa (ACAIP), para compartir esfuerzos en sus relaciones con las principales fuentes de información.

Más de medio siglo después, ése es uno de los objetivos que sostiene la heredera APEX.

Algunos fundadores, como Jean Maillé de Trevanges (AFP) y Servando García Ponce (Tass), trabajaron durante muchos años en Venezuela. García Ponce fue un comunista consecuente y gremialista durante décadas, y Maillé un moderado seguidor del general Charles De Gaulle. La reunión de profesionales como ellos marcó otra pauta sostenida por la Asociación, la de agrupar a corresponsales de diversas ideologías, con apreciaciones distintas sobre sus países de origen y los que cubren, pero capaces de diluir las diferencias en aras del profesionalismo y el interés por servir a sus públicos.

Al avanzar la década de los ´60 y llegar la de los ´70, la Asociación fue incorporando a representantes de otras agencias que se establecieron en Venezuela: la española EFE, la alemana DPA, la italiana ANSA, la tercermundista IPS, la cubana Prensa Latina, la china Xinhua, la soviética Nóvosti… y a corresponsales o colaboradores de otros medios, como The New York Times, Le Monde o Time.

También la Asociación agregó a algunos corresponsales que no eran, como sus iniciadores, los jefes de las oficinas o corresponsalías, sino sus adjuntos.

Aumentaba el número y la importancia de la presencia de los corresponsales, que trabajaban para medios de vanguardia tecnológica e informativa. Esto facilitó el tejido de buenas relaciones con gobiernos de la época, como el del socialcristiano Rafael Caldera (1969-74) y el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez (1974-79). Durante muchos años, además, el país fue plaza de importantes reuniones internacionales.

En el campo laboral, desde 1976 se contó con un convenio colectivo de trabajo entre agencias de noticias y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, que con el correr de los años se tradujo en algunos contratos para algunas agencias en particular.

A comienzos de los años ´80, el entonces presidente de la ACAIP, Rigoberto León Hinojosa, impulsó la incorporación de todos aquellos periodistas cuya actividad principal fuese ser corresponsales de un medio internacional. Esa medida y el arribo de nuevos medios al país incrementaron aún más la membresía de la Asociación.

Llegada la década de los ´90 era ya obvio que la ACAIP era mucho más que una asociación de corresponsales de agencias. Se dio entonces un giro y tras una amplia consulta se transformó en Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera, nombre también resumido en la sigla APEX (1994).

Los responsables de medios internacionales suficientemente reconocidos pueden ingresar directamente como integrantes de la APEX, en tanto los colaboradores a tiempo completo o convencional de medios muy particulares del exterior deben suministrar y renovar recaudos que testimonien esa relación laboral y profesional.

Para reafirmar los lazos con la comunidad diplomática en Venezuela, la Asociación estableció la figura de miembro o socio adherente, dirigido a invitar el acompañamiento de los responsables de prensa y cultura en embajadas e instituciones internacionales.

Durante muchos años, y mientras reunió a un número pequeño de corresponsales, la sede de la APEX fue rotatoria, funcionando en la práctica en las oficinas de quien ocupase la presidencia. Cuando Marlise Ilhesca llegó a presidenta ( 1995- 1996) logró un convenio de cooperación e intercambio con el hotel Hilton Caracas para disponer de una sede en ese establecimiento, lo que se mantuvo hasta que la instalación revirtió a manos del Estado.

La sede y el mayor número de afiliados aconsejaron dotar a la APEX de una secretaría ejecutiva, desempeñada por Marianella García, pilar fundamental de la Asociación.

Una constante en el trabajo de la Asociación ha sido la búsqueda de reconocimiento formal y legal para sus agremiados y para el trabajo que desempeñan. Varios gobiernos han expedido credenciales y la APEX entrega una propia a cada afiliado.

La Asociación basó su trabajo en encuentros grupales con figuras del acontecer noticioso y en acudir a las invitaciones o convocatorias que se canalizan por su intermedio para conocer situaciones sobre el terreno. En los últimos años, además, ha organizado por cuenta propia giras y encuentros en distintas zonas del país.

Cuando se han presentado cuadros conflictivos o de agresión a los corresponsales, la APEX los ha puesto en evidencia, ha protestado y ha trabajado para superar esas situaciones, siempre en favor de nuestra profesión. También ha destacado la necesidad de colaboración de las autoridades y la mayor apertura posible de las fuentes.

En 2011 se creó en Santiago de Chile la Unión Sudamericana de Asociaciones de Corresponsales, para reunir a estas entidades en la subregión, ya que tienen similares intereses, punto de vista y áreas de trabajo y pertenencia. La APEX participa en esa Unión.

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