Evo Morales renuncia a la presidencia de Bolivia y denuncia un golpe de Estado
Tras “13 años, nueve meses y 18 días”, Evo Morales deja la presidencia de Bolivia forzado por la profunda crisis política desatada en el país por las denuncias de fraude en las elecciones del pasado 20 de octubre.
Morales anunció su renuncia en un mensaje televisado desde el Trópico de Cochabamba, el bastión de los sindicatos cocaleros de los que sigue siendo el máximo dirigente.
“Ha habido un golpe cívico, político y policial”, dijo Morales, quien apareció junto a su vicepresidente, Álvaro García Linera.“Mi pecado es ser indígena, dirigente sindical y cocalero”.
Tras la renuncia, Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores de México, escribió en Twitter que la embajada de ese país en La Paz había acogido a 20 miembros del “Ejecutivo y Legislativo de Bolivia” y que también ofrecerían asilo a Morales “de así decidirlo”.
Morales justificó su renuncia como una decisión para evitar que continúe la violencia en el país tras tres semanas de enfrentamientos entre sus partidarios y sus detractores que han dejado al menos tres muertos y cientos de heridos.
Y aunque Morales tuvo palabras de censura para la Policía —habló de “golpe policial”—, lo cierto es que su salida la anunció horas después de que el comandante de las Fuerzas Armadas, el general Williams Kaliman, le pidiera que diera un paso al lado para desbloquear la crisis política.
Los militares en Bolivia habían visto como insuficiente la convocatoria a nuevas elecciones que había hecho el gobierno este mismo domingo en horas de la mañana, tras las “irregularidades” detectadas por una auditoría de las elecciones hecha por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Días antes, numerosas unidades policiales habían declarado un “motín” en protesta contra el gobierno.
Tras el anuncio de la dimisión de Morales, y después de que sus detractores salieran a festejar la decisión, sus partidarios tomaron las calles para protestar.
En ciudades como El Alto y La Paz, medios de comunicación locales reportaron destrozos y saqueos.
El comandante nacional de la Policía Boliviana, Yuri Calderón, renunció a su cargo este lunes a petición del Estado mayor, según informó una fuente de la misma institución.
También se anunció que la policía retomaría el control de las calles en las ciudades y regiones más afectadas por la violencia.
Varias calles amanecieron este lunes con barricadas y trincheras y se calcinaron al menos una treintena de autobuses.
Algunos centros educativos decidieron suspender las clases para proteger a los estudiantes y el servicio de transporte por cable Mi teleférico de La Paz fue cancelado, según reporta el medio boliviano La Razón.
El rector de la Universidad Mayor San Andrés, Waldo Albarracín, denunció en redes que una turba de oficialistas incendió su casa.