Ramala, Cisjordania/Washington — vozdeamerica.com
Mohamed Abu Hatab, reportero de Palestine TV en Gaza, terminó sus transmisiones en directo el jueves en la noche y se dirigió a su hogar en la Franja. Fue la última vez que sus compañeros del canal lo vieron con vida. Al llegar a su hogar, Hatab fue asesinado junto a su esposa, sus seis hijos y varios de sus hermanos por un misil israelí.
Abu Hatab es el cuarto trabajador de Palestine TV muerto por las bombas israelíes. Antes habían caído un chófer y dos productores de la televisora, el medio más castigado desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás hace ya un mes.
Desde que comenzó esta confrontación el pasado 7 de octubre, han muerto 36 periodistas (31 palestinos dentro de Gaza, 4 israelíes y 1 libanés en la frontera), según el recuento del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ en inglés), el periodo más letal para reporteros que cubren el conflicto desde que esa organización comenzó sus informes en 1992.
“Más periodistas han sido reportados como asesinados en un período de cuatro semanas que en cualquier conflicto en al menos tres décadas”, reconoció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Una foto de Abu Hatab junto a una cámara de video es parte de la decoración de la oficina de Mohamed Barguti, director de informativos de Palestine TV y amigo del fallecido reportero.
“Era una persona buena y muy querida por todos. Terminó la conexión y dijo al equipo que cocinaría algo para todos y regresaría, pero no volvió. Israel le seguía, esperó a que entrara en su apartamento y disparó un misil directo contra él y su familia. Todos murieron”, cuenta Barguti desde su despacho en la sede central de Palestine TV, en Ramala, Cisjordania.
Aunque no se ha pronunciado de momento sobre la muerte de Abu Hatad, el Ejército israelí dijo en octubre en una carta enviada a los medios que no podía garantizar la seguridad de profesionales de la comunicación en Gaza.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF en inglés) “están atacando toda la actividad militar de Hamás en toda Gaza”, indica la misiva a las agencias Reuters y AFP, que añade que el grupo militante palestino deliberadamente lanza operaciones militares “en las proximidades de periodistas y civiles”.
“Bajo estas circunstancias, no podemos garantizar la seguridad de sus empleados y les instamos encarecidamente a que tomen todas las medidas necesarias para su seguridad”, concluye la carta de las IDF.
La muerte de Abu Hatad, un veterano y conocido periodista de Palestine TV, donde trabajó más de 20 años, conmocionó a la sociedad palestina, al gremio periodístico y a sus propios compañeros. Un crespón negro puede verse a la izquierda de la pantalla en las emisiones del canal, en señal de luto que también se respira en la redacción central de Ramala.
Abu Hatad era una de las caras más reconocidas del canal. “Era una persona muy comprometida con su trabajo y el periodismo. No paró de trabajar durante toda la guerra. Él se limitaba a contar para la televisión palestina lo que Israel hace en Gaza. A eso se dedicó durante más de 20 años”, relata el director de la cadena.
Fue precisamente Palestine TV el primer medio que informó de su muerte. Lo hizo su amigo y compañero Salmen Al Basheer, quien no pudo contener las lágrimas y en pleno directo se quitó chaleco y casco ante las cámaras. “No podemos soportarlo más, estamos agotados. Nos van a matar, es sólo cuestión de cuándo. No hay protección ni impunidad. Estos equipos de protección no nos protegen. Nada protege a los periodistas. Perdemos vidas, una por una… Mohamed Abu Hatab estaba aquí hace media hora”, reportó el periodista.
“Las primeras dos semanas de este conflicto son las más letales del siglo XXI en todo el mundo”, señala sobre la situación Reporteros Sin Fronteras, una guerra que se ceba particularmente con los periodistas de la Franja, donde ya han muerto. “Los periodistas están atrapados en una cárcel al aire libre de 45 km cuadrados, sin escapatoria alguna, en un enclave bombardeado incesantemente”, señala esa institución.
A la luz de estos datos, Mohamed Nofal, presentador de Palestine TV que hablaba a diario con Abu Hatab, se siente descorazonado. “Nadie nos protege ante Israel. Estamos totalmente indefensos”, confiesa mientra sigue trabajando sin descanso en el estudio principal del canal en Ramala.
“No es sólo esta guerra, y no son sólo 31 periodistas. Todos los años perdemos a reporteros palestinos. No sólo mueren en Gaza. Mueren en toda Palestina”, lamenta el presentador. “Realmente nadie puede protegernos si Israel nos ataca”, insiste sobre la impunidad de estas muertes.
La muerte el año pasado de la veterana periodista de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, todavía está impune. El Ejército israelí admitió que “probablemente” fue una bala suya la que mató a la reportera palestina-estadounidense, una celebridad en todo el mundo árabe. Ocurrió en mayo de 2022, mientras cubría una redada israelí en la ciudad palestina de Yenín, en la Cisjordania ocupada.
Y de vuelta a esta guerra en Gaza. Su compañero de Al Jazeera, Wael Al Dahdouh, dio la vuelta al mundo cuando al día siguiente de que un bombardeo israelí matara a su mujer, dos hijos y nieto en la ciudad de Gaza, tomó de nuevo el micrófono para reportar sobre la guerra.
Las oficinas del canal Catarí, en la ciudad de Gaza, han sido arrasadas por las bombas israelíes, ubicadas en la torre Hajji, donde también estaban las sedes de otros medios como la agencia AFP y prensa local.
“Atacar a los medios es un crimen de guerra”, recuerda Reporteros sin Fronteras.
Un “cementerio para niños”
Israel no ha disminuido la intensidad de sus ataques a Gaza. Desde la invasión sorpresa de Hamás a territorios israelíes cercanos a la Franja, Tel Aviv declaró una guerra sin cuartel al grupo militante.
En sus bombardeos e incursiones terrestres Israel asegura estar detrás de objetivos claves para desarticular a Hamás y el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu se ha negado de momento a un cese al fuego hasta que la guerrilla palestina no entregue a todos los rehenes que aún mantiene. Hamás dice que no los liberará ni dejará de luchar mientras Gaza esté bajo ataque.
Sin embargo, en la guerra son los civiles quienes han llevado la peor parte. Del lado israelí han muerto unos 1.400 (1.100 civiles) mientras que las bajas palestinas ya suman 10.022, entre ellos 4.104 niños, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza.
“Gaza se está convirtiendo en un cementerio para los niños. Según informes, cientos de niñas y niños mueren o resultan heridos cada día”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
“Las operaciones terrestres de las Fuerzas de Defensa de Israel y los continuos bombardeos están afectando a civiles, hospitales, campos de refugiados, mezquitas, iglesias e instalaciones de la ONU, incluidos refugios. Nadie está a salvo”, indicó Guterres a periodistas.
El secretario de la ONU subrayó que “al mismo tiempo, Hamás y otros militantes utilizan a civiles como escudos humanos y continúan lanzando cohetes indiscriminadamente hacia Israel”, mientras pidió la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes.